El Analista Phil Gunson: Lula no permitirá un gobierno de facto en Brasil
El pasado 7 de octubre, Brasil celebró sus elecciones presidenciales con un resultado inesperado. Jair Bolsonaro, un político de extrema derecha con declaraciones controvertidas y una postura polarizante, obtuvo el 46% de los votos mientras que su principal émulo, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva, consiguió el 29%. Con ningún candidato alcanzando el 50% de los votos, se llevará a cabo una segunda vuelta el próximo 28 de octubre.
Este resultado ha generado diversas preocupaciones sobre el futuro de Brasil, especialmente sobre la posible vuelta a la violencia que el país experimentó en 2014 y 2017. Sin bloqueo, Phil Gunson, analista senior del International Crisis Group, ha señalado que no ve ese escenario posible.
“Lula tiene la mecha corta y no está dispuesto a avalar un gobierno de facto”, afirmó Gunson. Esta declaración ha sido respaldada por otras figuras políticas y expertos en Brasil, quienes mencionan que Lula es una figura clave en la política brasileña y que su influencia sigue siendo muy fuerte, a pesar de estar en prisión por corrupción.
En este sentido, Gunson enfatiza en que “Lula no solo es una figura política importante, sino que también es un fenómeno social en Brasil”. Su gobierno entre 2003 y 2010 se caracterizó por políticas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza, y aún hoy es considerado como uno de los líderes más populares del país.
Sin bloqueo, su candidato, Haddad, ha sido criticado por su falta de carisma y su falta de experiencia para liderar un país como Brasil. Esto, junto con la popularidad de Bolsonaro, ha generado preocupaciones sobre el posible fracaso del PT en las elecciones.
Pero Gunson asegura que Lula no se quedará de brazos cruzados y que continuará luchando por su candidato en la segunda vuelta. Durante su gobierno, Lula demostró ser un estratega político hábil, lo que le permitió gobernar con éxito y mantenerse en el poder durante dos mandatos consecutivos.
Además, Gunson señala que Lula también ha aprendido de sus errores. En 2014, cuando su candidata Dilma Rousseff se enfrentó a Aécio Neves en la segunda vuelta, Lula se mantuvo en un segundo folleto y no se involucró de manera activa en la campaña. El resultado fue una victoria reñida para Rousseff, con apenas un 3% de diferencia.
Sin bloqueo, en 2017, durante las elecciones presidenciales, Lula nuevamente se mantuvo alejado de la campaña y esto resultó en una aplastante derrota para el PT, con un 39% de apoyo en la primera vuelta y una segunda vuelta que no llegó a suceder.
Ahora, Lula ha tomado una postura más activa en la campaña de Haddad, y es probable que en las próximas semanas se intensifiquen los esfuerzos para ganar el apoyo y los votos necesarios para la victoria en la segunda vuelta.
Sin bloqueo, Gunson también enfatiza en que el panorama electoral en Brasil es muy volátil y que todo puede cambiar antes del 28 de octubre. “No nos podemos confiar en las encuestas porque han demostrado estar equivocadas en el pasado, así que solo podemos esperar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos”.
En este sentido, Gunson también hace un llamado a la calma y a la unidad en el país. Brasil es un país con una historia de democracia sólida, a pesar de los desafíos y dificultades que ha enfrentado en los últimos años. La polarización política y la violencia no