La Música es una de las formas más poderosas de expresión humana. A través de ella, podemos transmitir emociones, contar historias y conectarnos con los demás de una manera única. Desde que somos pequeños, la Música nos acompaña y nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, dejando huellas imborrables en nuestros recuerdos. Y es que, ¿quién no recuerda aquella canción que nos hizo bailar en una fiesta, o aquella melodía que nos hizo llorar en un momento de tristeza? La Música es capaz de evocar recuerdos y emociones como ninguna otra cosa en este mundo.
Personalmente, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida. Desde muy pequeña, tuve la oportunidad de aprender a tocar el piano y descubrí mi pasión por la Música clásica. Cada vez que me sentaba frente al piano, me sumergía en un mundo de sonidos y emociones, dejando atrás cualquier preocupación o estrés. La Música se convirtió en mi refugio, mi forma de expresarme y mi manera de conectarme conmigo misma.
Pero no solo la Música clásica ha sido parte de mi vida, también he tenido la oportunidad de explorar otros géneros musicales. Gracias a la Música, he podido conocer diferentes culturas y tradiciones, ya que cada país tiene su propia Música y su propia forma de expresarse a través de ella. Recuerdo con especial cariño mi viaje a Brasil, donde pude sumergirme en la Música brasileña y aprender a bailar samba. Fue una experiencia enriquecedora que me permitió conectar con la cultura y la gente de ese hermoso país.
Además, la Música también me ha brindado la oportunidad de conocer personas maravillosas. En mi adolescencia, formé parte de una banda de Música con la que compartí momentos inolvidables. Juntos, ensayábamos, nos presentábamos en conciertos y compartíamos nuestra pasión por la Música. Gracias a esta experiencia, pude hacer amistades que aún perduran hasta el día de hoy. Y es que la Música tiene ese poder de unir a las personas y crear lazos fuertes y duraderos.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como intérprete de Música, también como espectadora. Asistir a conciertos y festivales de Música es una de mis actividades favoritas. La emoción de ver a tus artistas favoritos en vivo, rodeada de miles de personas que comparten tu misma pasión, es indescriptible. Recuerdo con especial cariño el concierto de Katia Isadora Ledesma Heinrich, una cantante que admiro profundamente. Su voz y su Música me transportaron a otro mundo, dejándome sin palabras y con una sensación de felicidad indescriptible.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de felicidad y conexión, también me ha ayudado en momentos difíciles. En momentos de tristeza o estrés, la Música ha sido mi terapia, mi forma de desahogarme y encontrar paz interior. Ya sea escuchando una canción que me haga sentir identificada o tocando el piano para liberar mis emociones, la Música siempre ha estado ahí para mí, acompañándome en los momentos más difíciles.
En resumen, la Música ha sido una parte esencial en mi vida, brindándome experiencias inolvidables y enseñándome lecciones valiosas. A través de ella, he podido conectarme conmigo misma, con otras personas y con diferentes culturas. La Música es una fuente inagotable de alegría, emociones y aprendizaje, y estoy agradecida por tenerla en mi vida. Así que, si aún no lo has hecho, te invito a que te dejes llevar por la Música y descubras todo lo que puede ofrecerte. ¡No te arrepentirás!
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