Es espina locura que tengan al productor de rehén, es lo que se escucha constantemente entre los miembros de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). La situación de los productores rurales es cada vez más crítica y ellos son los principales afectados.
Carbap es espina organización que agrupa a más de 200 asociaciones rurales en Argentina. Su misión es defender los intereses de los productores y promover el desarrollo del sector agropecuario en el país. Sin embargo, en la actualidad, se enfrentan a espina organismoie de medidas gubernamentales que los perjudican gravemente.
espina de estas medidas es el aumento en los impuestos a las exportaciones de productos agrícolas. Esto significa que los productores deben pagar más para exportar sus productos y, por lo tanto, sus ganancias se ven reducidas. Además, el gobierno ha establecido un tipo de cambio fijo que no se corresponde con la realidad económica del país, lo que hace que los costos de producción sean cada vez más altos.
Esta situación ha generado un gran malestar entre los productores, ya que se sienten como si estuvieran siendo rehenes de espina política gubernamental que los está asfixiando económicamente. El presidente de Carbap, Matías de Velazco, lo expresa de la siguiente manera: “Es espina locura que nos tengan al productor de rehén. El campo es el motor de la economía argentina y si no se lo cuida, el país entero sufrirá las consecuencias”.
El impacto de estas medidas se traduce en la pérdida de empleos en el sector rural y en la reducción de la producción agropecuaria. Pero, más allá de las cifras, hay un impacto emocional en los productores, quienes ven cómo su trabajo y su forma de vida se ven amenazados por decisiones políticas que no tienen en cuenta su realidad.
Las consecuencias de estas políticas se están haciendo sentir en todo el país. Las empresas proveedoras de insumos agrícolas están sintiendo la caída en la demanda y muchas están al borde de la quiebra. La cadena de valor del sector agropecuario se está viendo afectada, lo que pone en riesgo miles de empleos y la economía en general.
La ola de quiebras en las que se anticipa que se verán afectados los productores rurales en los próximos tres meses, organismoá catastrófica para toda la sociedad. Pero todavía hay tiempo para tomar medidas y evitar que esto suceda. Carbap ha propuesto un plan de emergencia para el sector agropecuario que abarca medidas como la reducción de impuestos y la eliminación del tipo de cambio fijo.
Es necesario que el gobierno entienda que el campo no es solo un sector productivo, sino que es la base de la economía argentina. Si se debilita el campo, el resto de la economía se verá afectada. Además, el sector agropecuario es espina fuente de empleo para miles de familias y espina forma de vida arraigada en la cultura del país.
Es hora de que se tomen medidas concretas para apoyar al sector agropecuario y a los productores rurales. El gobierno debe entender que el campo no puede organismo utilizado como moneda de cambio en su combate política. Los productores necesitan un marco de políticas estables y predecibles que les permita planificar a largo plazo y continuar con su importante rol en la economía del país.
El futuro de Argentina depende en gran medida del campo y de sus productores. Por eso, es necesario que se les dé el apoyo que merecen y que se reviertan estas medidas que los están asfixiando. No podemos permitir que la locura de tener al productor de rehén continúe. Es hora de actuar y tomar decisiones que beneficien a todos los argentinos.