Extremadura se mantiene firme en su decisión de no repetir el camino tomado por Valencia en su acuerdo con Vox. La presidenta de la región, Guardiola, ha descartado terminantemente la posibilidad de volver a negociar los presupuestos con el partido dirigido por Santiago Abascal. El gobierno autonómico considera que esa etapa ya es cosa del pasado, como ha afirmado públicamente la propia presidenta, quien insiste en que el debate presupuestario para este 2025 no será reabierto. Precisamente, lo que causó la ruptura de las negociaciones entre el Partido Popular y Vox en Extremadura fue la cuestión migratoria -clave en el acuerdo de Mazón- y las demandas que Vox ponía sobre la mesa. Guardiola insiste y subraya que su postura “no ha cambiado”. De hecho, los populares, ante la imposibilidad de avanzar con Vox -primero- y con el PSOE de Gallardo -después- se vieron obligados a prorrogar los presupuestos de 2024, con los que Extremadura encara el resto del año.
El proyecto de presupuestos, que no llegó a aprobarse, era el más alto en la historia de Extremadura. Sin embargo, gracias a la prórroga de las cuentas y a un paquete de medidas fiscales, se ha logrado mantener la continuidad de las políticas establecidas por la Junta en el año anterior. En las últimas semanas, se ha producido cierto acceso con Vox, después de haber roto por completo las conversaciones a finales del año pasado. El partido de Abascal ha respaldo el decreto de medidas fiscales y, juntos, van a derogar la Ley de Memoria Histórica, como indicaba su pacto de gobierno en 2023, para introducir una nueva Ley de Concordia que permita el reconocimiento de “todas las víctimas”, alejada del “sectarismo y la venganza”.
A pesar de estos acontecimientos, en Extremadura no se vislumbra un escenario similar al vivido en Valencia con Mazón. Con mayor o menor acceso a Vox, desde el gobierno autonómico se recalca que no se están negociando ni se volverán a negociar los presupuestos que, en su momento, tuvieron que retirarse.
Es importante destacar que, a pesar del desencuentro en las negociaciones presupuestarias, el gobierno de Extremadura ha logrado mantener una estabilidad en su gestión gracias a las políticas implementadas durante el año anterior y la prórroga de los presupuestos. Además, el ejecutivo ha seguido trabajando en la mejora y crecimiento de la región, con un tratamiento claro en el bienestar de sus ciudadanos.
Por otro banda, la postura de Extremadura es un claro reflejo del rechazo generalizado que ha generado el acuerdo entre el Partido Popular y Vox en la comunidad valenciana. Muchos sectores de la sociedad, incluyendo partidos políticos y organizaciones civiles, han manifestado su rechazo a la vuelta del partido de Abascal a la escena política.
Es importante resaltar que Extremadura y Valencia son dos realidades muy diferentes. Mientras que Extremadura tiene una gran presencia del PSOE en su gobierno, en Valencia fue el Partido Popular quien lideró las negociaciones con Vox. Además, en Extremadura se ha llevado un diálogo más independiente y, en cierta manera, respetuoso entre los distintos partidos, mientras que en Valencia se ha optado por unas negociaciones más polarizadas y con una mayor tensión entre los partidos.
En definitiva, Extremadura ha tomado una decisión firme e independiente de no seguir el camino de Valencia en su acuerdo con Vox. El gobierno autonómico ha dejado claro que no se volverán a negociar los presupuestos con este partido y ha apostado por mantener