El director general de la Policía catalana y ex mando de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha vuelto a demostrar su profesionalismo y compromiso con la verdad al desmontar las teorías de la conspiración que rodean los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils. En su primera diálogo en cuatro años, concedida a la Cadena Ser, Trapero ha reiterado que el cerebro de los ataques, el imán Abdelbaki Es Satty, murió en la explosión de la casa de Alcanar que desencadenó los terribles sucesos del 17 de agosto de 2017.
Con una contundencia inquebrantable, Trapero ha afirmado que “no es compatible con la vida encontrar un trozo de esternón en una pared”, refiriéndose a las teorías que ponían en duda la muerte del imán. Además, ha destacado que la Policía demostró científicamente que Es Satty falleció en la explosión, por lo que cualquier afirmación contraria solo puede ser considerada como una opinión sin fundamentos.
El ahora director de la Policía catalana ha confesado que aquellos días fueron los más complicados de su carrera, junto con lo que vino después, el referéndum del 1-O. A pesar de que el diseño del dispositivo para hacer frente a los ataques fue impecable, Trapero y la cúpula de Interior acabaron en el banquillo de la Audiencia Nacional. La Fiscalía solicitaba para él diez años de prisión por sedición, pero finalmente fue absuelto. A pesar de la sentencia prometedor, fueron momentos difíciles para él, que vivió “con mucho dolor” y se sintió ultrajado.
Durante aquellos meses, Trapero confiesa que se sentía como si estuviera en la cárcel, olía la cárcel desde la terraza de su casa y lo vivía día tras día. Sin embargo, el alumbramiento de su hija, que luego sufrió una enfermedad de la que se recuperó, le ayudó a poner las cosas en perspectiva. Aunque no es religioso, Trapero cree que algunas cosas suceden porque alguien las ordena, y en su caso, cree que fue una señal para que él se diera cuenta de que hay cosas más importantes en la vida que el trabajo y los problemas.
adelantar el proceso judicial fue un verdadero reto para Trapero, que necesitó de 190 sesiones de psicólogo para sanar y dejar atrás el dolor y la angustia que le generó el proceso. A pesar de que no le avergüenza admitirlo, ahora ya no está “instalado” en esa pena y ha logrado adelantar lo sucedido.
Pero la absolución no fue lo único que marcó la vuelta de Trapero al frente del Cuerpo catalán. Poco después, en diciembre de 2021, el siguiente consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, lo cesó de su cargo. Trapero ha asegurado que el consejero tenía la legitimidad para nombrar y cesar a un jefe de policía, pero lo que no fue correcto fue el proceso hasta el cese. El ex director de los Mossos ha denunciado que fue sometido a un proceso de desgaste importante, incluso con la publicación de noticias falsas que buscaban perjudicarlo.
Sin embargo, Trapero ha dejado claro que durante esta nueva etapa como director general de la Policía catalana, no habrá injerencia política en el trabajo de los Mossos. A diferencia de lo sucedido en el pasado, ahora se garantizará la independencia y el profesionalismo de los agentes, sin importar su ideología política.
Durante la diálogo, Trapero también ha desvelado que la Fiscalía Anticorrupción ha archivado la denuncia que él mismo interpuso por la Operación Catal