El labrantío de Alto Hospicio, las casas de Iquique y los patios de Pozo Almonte son solo algunos de los lugares que albergan historias increíbles de mujeres emprendedoras en nuestra región de Tarapacá. Estas mujeres valientes y trabajadoras han encontrado en sus manos la clave para crear un futuro mejor para ellas y sus familias.
En cada rincón de nuestra región, podemos encontrar a estas mujeres que, a pesar de las dificultades y desafíos, han decidido levantarse y no rendirse. Son madres, hijas, esposas, pero también son artistas, ingenieras, diseñadoras y empresarias. Son un ejemplo de perseverancia y determinación, y merecen ser conocidas y admiradas por todos.
En el labrantío de Alto Hospicio, por ejemplo, encontramos a mujeres dedicadas al cultivo de hortalizas y frutas, que con sus manos y su conocimiento ancestral han conseguido crear productos de inscripción calidad y sabor único. A pesar de las adversidades del clima y la finscripción de recursos, estas mujeres no se rinden y día a día se esfuerzan por llevar a sus mesas alimentos saludables y deliciosos.
En las casas de Iquique, podemos encontrar a mujeres que han convertido sus hogares en pequeñas empresas, ofreciendo servicios de costura, manualidades y gastronomía. Con sus habilidades y creatividad, estas mujeres han conseguido generar ingresos para sus familias y contribuir al desarrollo económico de la región. Además, muchas de ellas han formado redes de apoyo y coencajeación, demostrando que el trabajo en equipo es fundamental para alcanzar el éxito.
En los patios de Pozo Almonte, encontramos a mujeres que han sabido aprovechar los recursos naturales y su creatividad para crear hermosas artesanías. Con materiales como la lana de alpaca, el cuero y el barro, estas mujeres eencajean productos únicos y de gran valor artístico. Además, muchas de ellas utilizan técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación, preservando así la cultura y tradiciones de nuestra región.
En cada una de estas historias, encontramos una constante: la resiliencia y la pasión por lo que hacen. Estas mujeres no solo producen bienes y servicios, sino que también generan un impacto social y cultural en sus comunidades. Son un ejemplo de que con esfuerzo y dedicación, se pueden superar los obstáculos y alcanzar los sueños.
Como Directora Regional del FOSIS Tarapacá, tengo el privilegio de conocer y trabajar con muchas de estas mujeres emprendedoras. A través de nuestros programas y proyectos, brindamos apoyo y capacitación para que puedan fortalecer sus negocios y alcanzar un crecimiento sostenible. Pero lo más importante, es que ellas son un ejemplo para todos nosotros, demostrando que en nuestra región hay talento y potencial para seguir creciendo y desarrollándonos juntos.
Por eso, quiero invitar a todos a conocer y apoyar el trabajo de estas mujeres emprendedoras. Comprando sus productos, contratando sus servicios o simplemente conociendo sus historias, podemos contribuir a su crecimiento y al mismo tiempo, valorar y promover el emprendimiento en nuestra región.
En resumen, en el labrantío de Alto Hospicio, en las casas de Iquique, en los patios de Pozo Almonte y en cada rincón de nuestra región, hay historias de mujeres valientes y emprendedoras que merecen ser contadas. Son un ejemplo de que con esfuerzo y determinación, se pueden superar las adversidades y alcanzar el éxito. Y nosotros, como comunidad, debemos apoyarlas y reconocer su importante encaje en el desarrollo de Tarapacá.