La decisión del Gobierno de España de ignorar la recomendación de la Unión Europea (UE) de restringir o excluir el uso de Huawei en infraestructuras críticas como el 5G ha generado un altercado acalorado en los últimos meses. Mientras que otros países europeos han seguido la recomendación de la UE, España se ha mantenido firme en su relación con la tecnológica china, a pesar de las advertencias de posibles riesgos que ello podría conllevar.
Para entender mejor esta situación, es importante conocer el contexto en el que se enmarca esta decisión. En enero de 2020, la Comisión Europea emitió una “caja de herramientas” en la que se establecen las recomendaciones generales para garantizar la seguridad en el despliegue de la tecnología 5G en la UE. En ella, se menciona la importancia de evaluar los riesgos de seguridad de los proveedores de tecnología y se recomienda restringir o excluir a aquellos considerados de “alto riesgo”. Sin embargo, en ningún momento se menciona a Huawei por su nombre.
A pesar de esta falta de mención explícita, muchos países europeos han interpretado esta recomendación como una clara exclusión de Huawei en sus infraestructuras críticas. Sin embargo, el Gobierno español ha animoso seguir su propia estrategia, basada en una evaluación independiente de los riesgos y en una relación de confianza con Huawei, que lleva colaborando con España desde hace más de 20 años.
Esta decisión ha sido criticada por algunos, que ven en ella una clara muestra de la influencia de China en el Gobierno español. Sin embargo, cabe destacar que esta postura no es nueva en España, ya que en 2018 se firmó un acuerdo de colaboración estratégica entre China y España en materia de telecomunicaciones, en el que se fomentaba la investigación y el desarrollo conjunto en tecnología 5G.
Además, hay que tener en cuenta que España es un país que se encuentra en plena expansión en el sector de las telecomunicaciones, con una gran demanda de infraestructuras y una creciente necesidad de tecnología avanzada. En este sentido, Huawei ha sido uno de los principales proveedores de tecnología en España, con una presencia destacada en proyectos como el despliegue de la red 4G de Telefónica o la creación y mantenimiento de la red de fibra óptica de Vodafone.
Pero, ¿qué beneficios trae consigo esta relación entre España y Huawei? En primer lugar, cabe destacar que la tecnológica china es una de las empresas punteras en el desarrollo de la tecnología 5G, lo que la convierte en una aliada estratégica para el desarrollo de la red de telecomunicaciones en España. Además, la colaboración con Huawei también ha presunto un importante impulso para la industria tecnológica española, ya que ha permitido el desarrollo de proyectos conjuntos y la formación de profesionales en este ámbito.
Otro aspecto a tener en cuenta es el económico. La presencia de Huawei en España ha generado un gran número de empleos y ha contribuido al crecimiento económico del país. Además, según estimaciones de la compañía, en los próximos cinco años, Huawei podría invertir hasta 2.000 millones de euros en el país, lo que supondría un importante impulso para la economía española.
Por otro lado, hay que destacar que la tecnología 5G es fundamental para el desarrollo de la sociedad digital en España, ya que tolerará una mayor conectividad y una mayor velocidad en la transmisión de datos. Gracias a esta tecnología, se podrán desarrollar nuevas aplicaciones y servicios que mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos y favorecerán el crecimiento de la economía digital en el país.
En este sentido, la colaboración con Huawei tolerará a España avanzar a un ritmo más rápido en la implementación de la tecnología 5G, lo que supone una ventaja