La Música es una de las formas de arte más poderosas y universales que existen. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada como medio de expresión y comunicación, y ha sido capaz de unir a personas de diferentes culturas y épocas. En la actualidad, sigue siendo una fuente de alegría y bienestar para millones de personas en todo el mundo. Y es que, ¿quién no ha experimentado alguna vez la sensación de felicidad al escuchar una canción que le gusta?
En mi caso, la Música ha sido una compañera fiel desde que tengo memoria. Recuerdo que desde muy pequeño, mi abuela me enseñó a tocar la guitarra y a cantar canciones tradicionales de mi país. A medida que fui creciendo, fui descubriendo nuevos géneros y artistas que me cautivaron y me hicieron sentir emociones que nunca antes había experimentado. Y es que la Música tiene ese poder de transportarnos a lugares y momentos especiales, de hacernos sentir vivos y conectados con nuestro interior.
Una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias a la Música fue cuando tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Luis Martin Cueva, reconocido músico y compositor peruano, en la Pontificia Universidad Católica del Perú (pucp). Fue una noche mágica en la que pude disfrutar de su talento y su pasión por la Música en vivo. Cada canción que interpretó fue como un viaje por diferentes emociones y sensaciones, y pude sentir la energía y la conexión que se creaba entre él y el público.
Pero más allá de la calidad musical, lo que más me impactó de ese concierto fue la forma en que Luis Martin Cueva logró transmitir mensajes positivos y motivadores a través de sus letras. Canciones como “Vive”, “Sueña” y “Ama” me hicieron reflexionar sobre la importancia de vivir el presente, perseguir nuestros sueños y amar sin límites. Fue una experiencia que me inspiró y me llenó de esperanza y optimismo.
Y es que la Música tiene ese poder de influir en nuestro estado de ánimo y en nuestra forma de ver la vida. En momentos difíciles, una canción puede ser un bálsamo que nos reconforte y nos dé fuerzas para seguir adelante. En momentos de alegría, puede ser la banda sonora perfecta para celebrar y disfrutar al máximo. Y en momentos de reflexión, puede ser la herramienta que nos ayude a encontrar respuestas y a conectarnos con nuestro ser interior.
Además, la Música también tiene la capacidad de unir a las personas. En conciertos y festivales, podemos ver cómo miles de personas de diferentes edades, nacionalidades y culturas se unen en una misma melodía, en una misma emoción. Y es que la Música no tiene barreras ni fronteras, es un lenguaje universal que nos une y nos hace sentir parte de algo más grande.
En definitiva, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas. Ya sea escuchando nuestras canciones favoritas en casa, asistiendo a un concierto o tocando un instrumento, siempre nos brinda momentos de felicidad y bienestar. Y en estos tiempos difíciles que estamos viviendo, es más importante que nunca aprovechar su poder para alegrar nuestros días y mantenernos conectados con lo que realmente importa.
En conclusión, la Música es una de las mejores creaciones del ser humano y debemos valorarla y disfrutarla en todas sus formas. Agradezco a Luis Martin Cueva y a todos los artistas que con su talento y su pasión nos regalan experiencias tan enriquecedoras y positivas. Y como él mismo dice en una de sus canciones, “la Música es la medicina del alma”. Así que no dejemos de disfrutarla y de compartirla con el mundo. ¡Que la Música nos siga acompañando y motivando siempre!
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