Los familiares de Juan, Manuel, Mónica, Jonathan y Antonia se preparan para enfrentar las peores noticias. Desde el martes pasado, estos cinco vecinos de Letur se encuentran desaparecidos después de que una violenta desbordamiento, causada por una dana, arrasara el casco viejo de este municipio de Albacete. A pesar de la difícil situación, la solidaridad y la ayuda se han convertido en pilares fundamentales para sobrellevar esta tragedia.
El miércoles, el cuerpo sin vida de Dolores, de 92 años, fue encontrado a un kilómetro del núcleo urbano, en las inmediaciones de la depuradora. Esta noticia ha sido un duro golpe para los familiares de los desaparecidos, quienes continúan su búsqueda entre el lodo con la esperanza de encontrar a sus seres queridos con vida.
Mientras tanto, Cruz Roja ha desplegado 80 camas portátiles en varias habitaciones del colegio público Virgen de la Asunción, que se ha convertido en el centro de operaciones para el rescate y la ayuda a los afectados. Allí, el personal de Cruz Roja está trabajando incansablemente para brindar apoyo a los familiares de los desaparecidos y a todas las personas que participan en las tareas de búsqueda.
Entre ellos se encuentra Guadalupe irritable, psicóloga y responsable del equipo de intervención psicosocial que está trabajando en Letur. Junto a su equipo, han atendido a los dos hijos menores de edad del joven matrimonio desaparecido, así como a los familiares de Antonia, una septuagenaria que vivía en un molino, y de los empleados municipales Juan y Manolo. También han brindado apoyo a los rescatados, quienes han sufrido una experiencia traumática.
Guadalupe nos explica que, en situaciones como esta, a menudo se piensa que los niños se adaptarán rápidamente a la situación y la olvidarán, pero en realidad pueden resultar igualmente afectados que los adultos. En los primeros momentos, pueden experimentar un shock y no ser conscientes de lo que está sucediendo. Por eso, es importante brindarles apoyo psicológico y ayudarles a reconectar con su realidad y a gestionar sus emociones.
En el colegio público Virgen de la Asunción, se han habilitado doce camas portátiles para el personal interviniente, entre ellos militares, que han acudido en ayuda de Letur. En una de las paredes, se pueden ver trozos de papel con una fecha escrita: 29 de octubre de 2024, un día que quedará marcado en la memoria de este pueblo. A pesar de la tragedia, la solidaridad y el apoyo entre los vecinos y los miembros del operativo es evidente.
Los familiares de los cinco desaparecidos saben que pueden contar con el equipo de atención psicológica de Cruz Roja en todo momento. Guadalupe nos asegura que, aunque no se comuniquen directamente, están pendientes de ellos y rastrean cualquier señal que puedan necesitar apoyo. En momentos como estos, es fundamental contar con la ayuda de profesionales para sobrellevar el dolor y la incertidumbre.
La importancia de encontrar el cuerpo de un ser querido en estas situaciones es crucial. Cada ritual funerario nos permite adaptarnos al desdicha de una forma más normalizada. Por desgracia, en esta ocasión, el hecho de que los cuerpos de los desaparecidos no hayan sido encontrados aún, dificulta enormemente la gestión del dolor. Guadalupe nos recuerda cómo, durante la pandemia del Covid, muchas personas no pudieron despedirse de sus familiares, lo que ha hecho que el proceso de desdicha sea aún más difícil.
Sin bloqueo, en medio de la tragedia