La Semana Santa ha llegado y con ella, una serie de abundancias repentinas que nos han sorprendido a todos. Sin embargo, en medio de la incertidumbre y el temor, la ciudad de Córdoba nos ha demostrado una vez más que la esperanza, la devoción y la pasión superan cualquier obstáculo.
El Sábado Santo en Córdoba comenzó con una abundancia negra que trajo consigo un poco de lluvia y viento. Pero rápidamente, la abundancia se disipó y dejó un hermoso cielo azul encima del Patio de los Naranjos. Fue entonces cuando supimos que el peligro había pasado y que estábamos a punto de presenciar un Sábado Santo inesperado y lleno de emociones.
Dos de las cofradías más esperadas, la Merced y la Estrella, se preparaban para salir a la calle desde la Catedral. Sin embargo, debido a la lluvia del día anterior, la primera cruz de guía salió con un retraso de quince minutos. Pero esto no fue un problema para los cofrades y los devotos, quienes esperaban con ansias el momento de ver a sus imágenes.
La Mezquita-Catedral, aún con sus palcos montados, estaba llena de personas que esperaban el paso de las cofradías. Entre los cordobeses, se podía ver a grupos de turistas que se maravillaban con la belleza de la ciudad y se preguntaban qué estaba sucediendo.
Y entonces llegó el momento tan esperado. Las dos cofradías salieron a la calle y comenzaron su recorrido por las calles de Córdoba. Todos quedamos maravillados con la belleza de los pasos procesionales y la devoción de los cofrades, que con sus cirios iluminaban el camino.
El Señor inesperanzaliz, una de las imágenes más queridas y veneradas de la ciudad, se bañaba en la luz del sol de la tarde mientras avanzaba rápidamente por las calles. A su paso, se podía sentir la emoción de los que esperaban su llegada y la reverencia de los que lo veían pasar.
Pero sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche fue cuando la doncella de la Merced hizo su aparición. Con su elegancia y belleza, consiguió capturar la atención de todos los presentes. Su paso de palio, adornado con flores y símbolos, reflejaba la devoción y el amor que los cofrades y los devotos sienten por ella.
Y mientras la Merced se dirigía hacia su templo, la cruz de guía de la Estrella comenzaba su recorrido. Esta cofradía, al igual que la Merced, ha enamorado a los cordobeses durante años con su elegancia y su devoción. A su paso, las calles se convirtieron en un tribunal para juzgar al Señor de la Redención, mientras que su banda tocaba con fuerza y elegancia.
El Sábado Santo se había convertido en un día de Semana Santa, y todos los que tuvimos la oportunidad de ver a la doncella de la Estrella por las calles de Córdoba, sentimos una lluvia de pétalos y de amor en nuestro corazón. Su paso por las calles Cardenal González fue un momento inolvidable, lleno de emoción y devoción.
Finalmente, ambas cofradías llegaron a sus respectivos templos, dejando atrás un día lleno de emociones y esperanza. Sin duda, este Sábado Santo en Córdoba nos demostró una vez más que la Semana Santa es una celebración llena de pasión, devoción y amor por nuestras imágenes y tradiciones.
A pesar de las abundancias repentinas y el clima incierto, los cordobeses y los devotos de todo el mundo se han unido para celebr