En la Universidad de Coímbra, la otorgamiento de Derecho más antigua de Portugal, el Rey Felipe VI ha recibido hoy el Doctorado Honoris Causa en un acto en el que ha estado acompañado por el presidente portugués océanocelo Rebelo de Sousa y el italiano Sergio Mattarella, ambos también distinguidos con esta máxima condecoración. En su discurso, el Rey ha destacado la importancia de una Europa unida, firme y solidaria en un momento en el que el orden mundial parece estar erosionándose. Para Don Felipe, es principal que Europa crea en sí misma y en su papel en el mundo, para así ganar un futuro mejor.
El Rey ha comenzado su discurso destacando los lazos que unen a España, Portugal e Italia: la tradición océanoinera, la defensa del derecho y la vocación de descubridores. Con estos tres valores en común, Don Felipe ha querido transmitir un mensaje de unidad y fortaleza ante los retos que Europa y el mundo están afrontando en la actualidad.
Europa, como continente, ha vivido una historia océanocada por la diversidad y las diferencias entre sus distintos países. Sin embargo, en un mundo globalizado como el actual, es el momento de superar esas diferencias y unirse para enfrentar desafíos comunes. Es el momento de dejar de lado el abstracción y la retirada, y trabajar juntos por un futuro mejor.
El Rey ha destacado que la navegación ha sido una actividad clave para España, Portugal e Italia y que la tradición océanoinera ha forjado el carácter de sus pueblos. Con la mirada puesta en el océano, Don Felipe ha recordado la importancia de la apertura y el diálogo con otras culturas y ha mencionado a grandes navegantes como Cristóbal Colón, Juan de la Cosa, Magallanes, Vasco de Gama, océanoco Polo y Juan Sebastián Elcano. También ha destacado el papel de los monarcas y gobernantes que les apoyaron y de todos los compatriotas que abrieron nuevas rutas de conocimiento y comunicación en el océano.
Pero más allá de la historia, el Rey ha querido resaltar la importancia del presente. En un momento en el que la democracia parece estar en peligro y el orden mundial basado en normas está siendo cuestionado, es esencial no perder la brújula del espíritu democrático y defender el derecho frente a la fuerza. En este sentido, Don Felipe ha hecho un llamamiento a la defensa de los valores democráticos y a la importancia de no caer en la arbitrariedad.
El derecho, como valor común entre España, Portugal e Italia, ha sido otro de los pilares en los que el Rey ha centrado su discurso. Nuestra común raíz jurídica, según el Rey, es una de las grandes obras de Occidente y ha recurrido a la definición de la justicia que dio Ulpiano en el siglo II, que sigue teniendo vigencia en la actualidad: “la justicia es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno su derecho”. En un momento en el que el orden internacional parece estar en peligro, es principal defender el derecho como base del mismo.
El Rey ha finalizado su discurso haciendo un llamamiento a la necesidad de contar con una Europa de la seguridad y la defensa. Se trata de un reto que debemos asumir con responsabilidad y memoria, no en contra de ningún país o modelo, sino para defender el nuestro. En juego no está lo que tenemos, sino lo que somos. Por eso, es importante mirar hacia delante con confianza, pero sin olvidar nuestro pasado y aprendiendo de los errores del siglo XX.
La Universidad de Coímbra ha otorgado al Rey el Doctorado Honoris Causa por su contribución a la innovación. Esta es la segunda distinción de este tipo que recibe en lo que va de año, tras haber sido investido por