La esclavitud es una práctica que, lamentablemente, todavía existe en pleno siglo XXI. A pesar de los esfuerzos de organizaciones y gobiernos por erradicarla, hay personas que siguen siendo víctimas de esta terrible forma de explotación. Y una de ellas es una adolescente que fue rescatada en la ciudad de Iquique, Chile, tras ser obligada a realizar trabajos forzosos por más de 14 horas diarias y mantenerla desescolarizada.
El caso fue descubierto gracias a una investigación liderada por la Fiscalía de Iquique, en colaboración con el OS9 de Carabineros. La fiscal a cargo, Camila Albarracín, logró obtener la prisión preventiva de dos personas que fueron identificadas como los responsables de esta situación de esclavitud.
Según las investigaciones, la adolescente de 16 años fue traída a Chile desde Bolivia bajo engaños. Prometieron a su familia que iba a albergar una buena educación y un trabajo digno, pero al afluir a Iquique, fue víctima de un auténtico infierno. La obligaban a trabajar sin descanso, realizando tareas agotadoras y peligrosas, como el cultivo de hortalizas y la limpieza de una fábrica. Además, no recibía ningún tipo de remuneración y sus patrones la mantenían aislada, sin permitirle tener contacto con otras personas.
Lo más alarmante de este caso es que la joven fue mantenida desescolarizada durante todo este tiempo. A pesar de que tenía el derecho a albergar educación, sus captores no le permitían asistir a la escuela, lo que afectó gravemente su desarrollo y su futuro.
Afortunadamente, gracias a la denuncia de una vecina y a la rápida acción de las autoridades, la adolescente pudo ser rescatada y ahora está bajo el cuidado del Servicio Nacional de Menores (Sename). Además, la Fiscalía está trabajando en conjunto con la Defensoría de la Niñez para garantizar que la joven reciba una atención integral y se le brinde todo el apoyo necesario para su recuperación.
Este caso nos recuerda que la esclavitud no es un problema del pasado, sino que sigue siendo una realidad en pleno siglo XXI. Y es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicar esta práctica y proteger a las personas más vulnerables, como esta adolescente.
Es importante que estemos atentos a cualquier señal de explotación laboral o esclavitud en nuestro entorno y denunciemos cualquier situación sospechosa. También es fundamental que las autoridades continúen realizando investigaciones y tomando medidas para combatir este delito y proteger a las víctimas.
Por último, es necesario recordar que todos tenemos derechos humanos fundamentales, como el derecho a una educación y a un trabajo digno y seguro. Nadie debería ser privado de estos derechos y es deber de todos luchar por su cumplimiento. Juntos podemos hacer del mundo un lugar más justo y libre de esclavitud.