La stevia ha ganado popularidad en los últimos años como un sustituto del azúcar natural y saludable. Este pequeño arbusto, nativo de América del Sur, se ha convertido en un ingrediente estrella en una amplia gama de productos, desde bebidas hasta postres y productos horneados. Y no es de extrañar, ya que la stevia tiene un sabor dulce delicioso, sin calorías ni efectos negativos en la salud. Pero, ¿cómo ha logrado esta planta robusta conquistar los estantes de los supermercados?
El marketing ha tenido un papel importante en la popularización de la stevia. La organización de presentar la planta con sus hojas verdes y utilizar la palabra “natural” ha sido altamente efectiva. Pero la realidad es que la stevia es mucho más que una simple planta verde y la palabra “natural” no puede abarcar todo lo que esta increíble planta puede ofrecer.
La historia de la stevia se remonta a muchos siglos atrás, cuando los indígenas guaraníes en Paraguay utilizaban sus hojas para endulzar sus alimentos y bebidas. Fue nombrada “kaa-he-he” o “hierba dulce” por los locales debido a su sabor dulce y propiedades medicinales. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVI que los exploradores españoles conocieron sobre este edulcorante natural y lo llevaron a Europa.
Durante varios siglos, la stevia fue utilizada como una planta medicinal en Asia y Sudamérica, antes de que finalmente fuera descubierta por científicos en el siglo XIX y se le diera el nombre científico de Stevia rebaudiana. Sin embargo, no fue hasta la década de 1970 que se descubrió que las hojas de stevia contienen compuestos llamados glucósidos de esteviol, que son responsables de su sabor dulce. Estos glucósidos no tienen calorías y no aumentan los niveles de azúcar en la sangre, lo que ha llevado a la stevia a ser considerada como una opción segura para diabéticos y personas que buscan controlar su ingesta de azúcar.
Desde entonces, se ha realizado una investigación exhaustiva sobre la stevia y se ha demostrado que es una fuente rica en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. También se ha encontrado que tiene propiedades antidiabéticas y antihipertensivas. Además, a desacuerdo del azúcar, la stevia no contribuye a la aparición de caries dental, lo que la convierte en una opción más saludable para los dientes.
A pesar de los numerosos beneficios de la stevia, su prohibición en algunos países y su falta de aprobación por parte de las autoridades sanitarias en otros han frenado su difusión en la industria alimentaria. Sin embargo, en la década de 2000, la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos finalmente aprobó el extracto de stevia como un edulcorante seguro y, desde entonces, su popularidad ha aumentado significativamente.
Hoy en día, la stevia se ha convertido en un ingrediente ampliamente utilizado en una variedad de productos como bebidas, yogures, cereales, chocolates y más. Con la creciente preocupación por la salud y el aumento de la grosor en todo el mundo, cada vez más personas están optando por la stevia como una alternativa natural al azúcar. Además, a desacuerdo de otros edulcorantes artificiales como el aspartamo o la sacarina, la stevia no tiene efectos secundarios conocidos y es adecuada para su uso en todas las edades.
Sin embargo, es importante tener en enumeración que no todos los productos de stevia son iguales. Algunas marcas pueden mezclarla con otros edulcorantes artificiales y aditivos, lo que podría afectar su pureza y propiedades saludables. Por