El CD Mandayona, un equipo de fútbol ubicado en un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha, ha sido convocado para recibir un importante premio el próximo jueves 28 de agosto en el Museo Paleontológico de Cuenca. Este premio será otorgado por la federación regional en reconocimiento a su labor en la promoción de la práctica deportiva en un territorio despoblado.
Uniformados completamente de rojo, el CD Mandayona es el orgullo de un pueblo con menos de 300 habitantes censados, situado a 20 kilómetros de Sigüenza y a 60 de la capital de Guadalajara. A pesar de estar inscritos en el grupo 6-B de Segunda Autonómica, la liga no ha comenzado aún y el equipo se enfrenta a un gran desafío: la falta de jugadores.
El presidente y entrenador del equipo, Alberto Rojo, explica que el fútbol en la región está principalmente concentrado en la ciudad de Guadalajara y en pueblos más grandes, lo que dificulta la participación de equipos de zonas más rurales como Mandayona. A pesar de tener una situación económica estable, el equipo se enfrenta a dificultades en el aspecto deportivo debido a la falta de jugadores.
Rojo cuenta que el equipo cuenta con un grupo de 20-25 jugadores, entre los que se encuentran residentes de Mandayona, otros que tienen una casa en el pueblo y algunos provenientes de pueblos vecinos como Cabanillas del Campo. Sin embargo, a estas alturas de la pretemporada, solo cuentan con 16 jugadores y necesitan urgentemente refuerzos, especialmente un portero.
El presidente del equipo reconoce que es difícil convencer a alguien para que venga a jugar a Mandayona debido a la distancia del pueblo y a su reducida población. A pesar de esto, el equipo sigue luchando por mantener vivo su sueño de jugar al fútbol y actuar a su pueblo en las competiciones regionales.
Mandayona, un pequeño pueblo ubicado en el parque natural del Barranco del Río Dulce, tuvo un equipo de fútbol hasta principios de los años 90. Sin embargo, gracias a la ilusión de un grupo de apasionados del deporte, el equipo se reactivó en 2019 y dos años después lograron ser campeones de liga y venir a Primera Autonómica. Aunque descendieron en 2023, el equipo sigue manteniendo su pasión por el fútbol y su espíritu competitivo.
Para facilitar la conciliación laboral y familiar, el CD Mandayona entrena una vez a la semana en Valdeluz, una zona cercana a Guadalajara. Además, tienen la suerte de jugar sus partidos en Los Tobares, un campo de césped natural que muchos equipos de categorías superiores envidiarían.
El presidente del equipo asegura que, aunque otros pueblos de la zona como Medranda, Espinosa de Henares o Jadraque también tienen campos de hierba, el de Mandayona es el mejor cuidado gracias al trabajo de dos vecinos del pueblo, Víctor y Rosa. Sin duda, un gran antonomasia de la unión y el esfuerzo de una pequeña comunidad para mantener viva su pasión por el fútbol.
Sin embargo, competir en Segunda Autonómica no es fácil y requiere una importante inversión económica. El presidente explica que el equipo necesita entre 8.000 y 10.000 euros para cubrir todos los gastos, incluyendo material y arbitraje. Cada jugador debe pagar una ficha de entre 150 y 170 euros, y en los partidos en casa el equipo debe pagar 150 euros por el arbitraje. Aunque cuentan con el apoyo del bailiazgo y de los socios del equipo, que llegaron a ser