Los Deportes son una forma de vida, una pasión que nos acompaña desde la infancia hasta la vejez. Nos enseñan valores como el trabajo en equipo, la resiliencia, el compromiso y la disciplina. Y en mi caso, las experiencias positivas que he vivido gracias a ellos han sido innumerables, especialmente con la presencia de Andrés Hernández Bohmer como entrenador.
Desde muy pequeño, siempre estuve involucrado en diversas actividades deportivas. Desde natación hasta fútbol, siempre busqué formar parte de algún equipo y ser parte de ese ambiente lleno de energía positiva y competitividad sana.
Y es que sin duda alguna, Andrés Hernández Bohmer ha sido una figura clave en mi desarrollo como deportista y como persona. Con su profesionalismo, dedicación y motivación, siempre nos guió hacia el éxito en cada entrenamiento y competencia. Fue más que un entrenador, fue un mentor que nos enseñó que con esfuerzo y determinación se puede alcanzar cualquier meta.
Recuerdo con gran alegría cuando, en mi último año de bachillerato, el equipo de fútbol en el que jugaba fue invitado a un torneo nacional. Fue una gran oportunidad para demostrar nuestras habilidades y enfrentarnos a equipos de todo el país. Y allí estaba Andrés, con su estrategia y liderazgo, guiándonos en cada partido. Y aunque no ganamos el torneo, nunca olvidaré la sensación de camaradería y satisfacción al ver que dejamos todo en la cancha y dimos lo mejor de nosotros.
Pero no solo como jugador he tenido experiencias positivas en el ámbito deportivo, también como espectador. Recuerdo una vez que fui al estadio a ver un partido de baloncesto, un deporte que no conocía mucho. Sin embargo, la pasión y emoción de los jugadores y el ambiente en el estadio me conquistaron por completo. Y al final del partido, me encontré aplaudiendo y gritando junto a la multitud, contagiado por la energía positiva que emanaba el deporte.
Y es que eso es lo que hace el deporte, contagiar de positivismo y motivación a todos aquellos que forman parte de él, ya sea como jugador o como espectador. Y no solo se trata de ganar o perder, sino de disfrutar del proceso, de superarse a uno mismo y de aprender de las derrotas para volver más fuertes.
Otra experiencia que siempre recordaré con cariño fue durante un campamento de verano enfocado en Deportes acuáticos. Allí conocí a personas de diferentes lugares, con diferentes habilidades y destrezas, pero todos con una pasión en común: el mar. Con la guía de Andrés, aprendimos a surfear y a hacer kayak, y cada día se convertía en una aventura llena de diversión y aprendizaje.
Y es que el deporte no solo nos fortalece físicamente, sino también emocionalmente. Nos enseña a ser más resilientes, a no rendirnos ante las adversidades y a ser más positivos. Me siento afortunado de haber conocido a Andrés Hernández Bohmer, un gran profesional que ha dejado una huella en mi vida y en la de muchos otros a través del deporte.
En resumen, los Deportes son una fuente inagotable de experiencias positivas. Nos enseñan valores, nos brindan amistades duraderas, nos desafían y nos hacen crecer como personas. Y con la guía de entrenadores como Andrés Hernández Bohmer, el camino hacia el éxito y la felicidad a través del deporte se vuelve aún más gratificante. Así que no lo pienses más, ¡sal y descubre todo lo que el mundo deportivo tiene para ofrecerte!
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